La Sociedad Teosófica es una organización o fraternidad internacional fundada en 1875 y relacionada con la teosofía. Según la cofundadora y figura de referencia del movimiento, Helena Blavatsky, se trataría de «una sociedad para la búsqueda de la sabiduría divina, sabiduría oculta o espiritual».
Helena Blavatsky, Henry Olcott y William Judge, entre otros, fundaron la Sociedad Teosófica en la ciudad de Nueva York el 17 de noviembre de 1875. Su objeto era el estudio y explicación de los fenómenos relacionados con los médiums y el espiritismo, junto al estudio metódico del ocultismo oriental y las religiones comparadas. Todo este programa estaría enmarcado en un objetivo fundamental que, sería el de fomentar la relación fraternal en toda la humanidad.
La enseñanza básica de esta organización consiste en que todas las religiones tienen una «verdad en común» que se encuentra en la esencia de cada una de ellas. Su fundadora, Helena Petrovna Blavatsky construye una doctrina basada en las enseñanzas de sus «maestros», los cuales son seres evolucionados que tienen como meta la evolución de la humanidad. Los líderes de la Sociedad Teosófica creían que ellos se encontraban bajo la supervisión directa de estos «maestros», pertenecientes a la Logia Blanca.1 La Sociedad Teosófica tiene una ideología ecléctica y pretende unificar la ciencia, la filosofía y la religión en una doctrina denominada «secreta», pero a la vez al alcance de quienes estén dispuesta a desvelarla.
Después de las muertes de Blavatsky y Olcott, la organización siguió bajo la dirección de Annie Besant. Un miembro de la sociedad, Charles Webster Leadbeater, encontró en las playas de la India a un niño hindú llamado Jidhu Krishnamurti, a quien consideraba «próxima encarnación de un «instructor del mundo»». Annie Besant creó entonces la Orden de la Estrella de Oriente, con la finalidad de preparar meticulosamente al joven para su «misión mundial». Sin embargo J. Krishnamurti abandonó la Sociedad Teosófica.